viernes, 19 de junio de 2009

Punto y aparte: citas


Me acabo de enterar, con verdadero deleite, de que mi admirado Philip Glass, el famoso compositor minimalista, tuvo que trabajar de taxista hasta los 41 años para poder mantenerse (...) tener talento no basta para triunfar.

Hace un par de meses se publicó (...) un adelanto del libro Fueras de serie, de Malcolm Gladwell (Taurus), en donde el autor sostenía (...) que para alcanzar el éxito era mucho más importante la preparación que las dotes innatas. E incluso sostenía que, según los expertos, para alcanzar la maestría en algo son necesarias diez mil horas de trabajo duro. Diez mil horas de instrucción y práctica.

(...) Malcolm Gladwell se referería al éxito en general, en todos los campos, desde los negocios a la carpintería; pero resulta aún más llamativo hablar de las actividades creativas, porque el tópico del artista genial sigue estando por desgracia muy arraigado. Quiero decir que muchos piensan que el artista es un ser especial al que visitan las musas todo el rato. Un individuo en perpetuo trance. Cuando, en realidad, el artista se parece mucho más al perseverante picapedrero que al iluminado. Que la inspiración te pille trabajando, como decía Picasso.

Es la vieja pregunta de si el artista nace o se hace. (...) A lo largo de los años he visto perderse en la negrura, como ardientes cometas, a hombres y mujeres con espectaculares dotes (...) que se han ido desinflando (...) Por que les faltaba algo esencial: la tenacidad, la infinita disciplina, la inalcanzable urgencia, la capacidad de resistencia, incluso la obsesión (...)

Y es que no se trata sólo del tiempo de aprendizaje. No se trata sólo de esas diez mil horas de práctica (...) en el arte, por lo menos, se requieren más cosas. Tesón. Confianza. Humildad y soberbia al mismo tiempo. Un claro concepto de las prioridades. Entereza para aguantar las humillaciones y las contrariedades. Y ese empeño en seguir disfrutando de lo que haces (...)

(...) en fin, siempre he creído en la perseverancia como forma de vida. En el tesón como herramienta esencial para sobrevivir. Pero esto es doblemente verdadero en el terreno creativo. Todos los artistas son unos empecinados cabezotas.

Montero, Rosa, El artista taxista compositor y otros cabezotas, EL PAÍS SEMANAL Nº 1.707

Quiero ser tenaz, disciplinada, resistente y obsesiva. Y ya puestos, también quiero dejar de fumar.

Y también quiero tener tesón, confianza, humildad y soberbia al mismo tiempo.

Y ante la debilidad o la pereza, se puede aplicar lo que me decía mi amigo Berto cuando estaba preaprando los exámenes finales de la carrera y le lloraba él mis angustias y mi falta de tiempo y mi cansancio y mis noches sin dormir (pura egolatría, como habréis podido notar por los artículos posesivos). Berto, en esas situaciones, levantaba la mirada, la dirigía hacia mí, se permitía una pausa y, desde la perfecta distancia de alocución, con la energía justa y con un enorme secreto ("¡Ésta es tonta!") entonaba un delicado: "Sí, Fefa. Tienes razón. ¡Qué envidia los mineros! (Leve suspiro)". Con esta reflexión os dejo.

Fefa

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